El caso de un fragmento de vídeo en dos situaciones completamente diferentes.

Ayer me pasó un caso curioso,  en uno de los múltiples grupos que sigo en Telegram, se publicó  el fragmento de video que te voy a mostrar.  A penas tres minutos y me encantó tanto que me puse a buscar la fuente, porque quien lo subió no puso ninguna referencia.


El vídeo me llegó reenviado por un grupo de crítica social, y no tiene absolutamente nada que ver con la fuente que luego te enseñaré.

Intentando localizarlo, encontré el  miso fragmento publicado en lugares de autoayuda, política y psicología.  El fragmento me parece increíble, aquí te lo dejo:




Toda información debería llevar la fuente original. 

Es curioso cómo cambia la información sabiendo dónde está el original y dónde la cita.  


Tras unas horas de investigación, por fin descubro que el vídeo original forma parte de una conferencia sobre la Mística judía y la Cábala.  

Aquí te dejo acceso al original, el extracto está en el minuto 58: 38 de la conferencia. Muy interesante.



Si el fragmento reenviado es buenísimo solo,  la conferencia no se queda atrás. muy interesante la presentación detallada sobre los místicos judíos medievales. ¡Gracias!

Sigo pensando que es muy importante conocer siempre las fuentes originales o al menos citarlas, porque un mismo vídeo, fuera de su contexto,  puede ser usado para diferentes propósitos.

El fragmento lo encontré en un grupo de política y  el original trata sobre mística cabalística.

¡Qué cosas tiene mi novio!  — decía un anuncio de caramelos 


Fuente original de la conferencia:  https://www.youtube.com/c/MarioSabanCabala

Fuente del anuncio de caramelos qué cosas tiene mi novio



 

Saludos desde #Escribolandia   
Escribe:  Brian de Sálico 

Título : La importancia de citar las fuentes

Créditos de imágenes: Unsplash | Freepik |  Pexels  |  Pixabay

  

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